miércoles, 17 de agosto de 2011

ENTREVISTA http://www.elimparcial.es/contenido/89438.html



ADAPTACIÓN DEL CUENTO JUAN Y LAS HABICHUELAS MÁGICAS

Música y humor para niños con el Teatro a Cuestas

Este sábado se estrena Juanito y las habichuelas mágicas, una adaptación del famoso cuento de los hermanos Grimm de la mano de la compañía Teatro a Cuestas que propone el acercamiento de los más pequeños a la música clásica con humor, ingenio, magia y ’guiños’ al mundo adulto que mantendrán despiertos a los papás.

Laura Crespo.

12-08-2011

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Juan es el héroe del cuento. A su familia le ha alcanzado la crisis de lleno y los fondos empiezan a escasear. Así que decide cambiar su vaca por una habichuela mágica, trepar hasta el cielo, vencer a un gigante y regresar a su casa con oro —también mágico- para el resto de sus vidas. Pero, ¿qué rodea a Juanito para que llegue a ser el protagonista? ¿Cómo sería su madre? ¿Y el gigante? ¿Estaría sólo en ese castillo? ¿La gallina no opina? ¿No tiene ni voz ni voto en lo que se hace con sus huevos de oro? Los cuentos infantiles pueden dejar las cabezas de los niños llenas de interrogantes. Preguntas que la compañía Teatro a Cuestas se ha propuesto despejar con una nueva adaptación del clásico de los hermanos Grimm Juan y las habichuelas mágicas.

“Habitualmente, en los cuentos infantiles está todo muy medido”, explica Fedra Marcús, uno de los vértices del triángulo Teatro a Cuestas que completan Doriam Sojo y Fernando Menor. Marcús, actriz y autora de esta adaptación teatral, ha desenfocado el cuento y ha estirado el protagonismo ostentado por Juan a otros personajes de la trama. “En nuestra vida diaria no estamos solos, son muchos los ’actores secundarios’ que hacen que nos pasen cosas, que nos encaminan. Es una forma de mostrarles a los niños cómo es la vida real, demasiado centrada en ’el yo’”, afirma.

PIE DE FOTO Así, la gallina de los huevos de oro se harta de ser una “gallina florero”, el criado del gigante irrumpe en escena -¿cómo no va a tener un lacayo un gigante rico que vive en un castillo?- y el duende pícaro de las habichuelas reclama atención en una historia que sin él no existiría. Los secundarios se rebelan y dotan de personalidad propia a una obra versionada hasta la saciedad. “Es difícil adaptar algo tan adaptado —reconoce Marcús-, de modo que hemos buscado la diferencia en dotar de un colorido especial al grupo acompañante del eterno protagonista y en la importancia y el mimo de la música”.

Mozart y Rossini
Juanito, la gallina y el criado se contagian del ritmo del Foniculli Foniculla de Los Tres Tenores para regalar al público uno de los números más divertidos de este particular Juan y las habichuelas mágicas. Las voces no alcanzan los agudos de Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras pero, tal y como afirma Marcús, “eso no es lo interesante”.

Teatro a Cuestas se ha propuesto acercar la música clásica a los más pequeños. Aderezados con momentos más cómicos que suenan a la Italia napolitana, Mozart y Rossini se hacen con la escena. “Los musicales infantiles suelen hilarse con pequeñas piezas de producción propia o versiones de canciones contemporáneas. Nosotros queremos que los niños se familiaricen con la música clásica y reconozcan canciones que, cuando escuchen más delante, sean capaces de identificar”, explica Marcús.

Así, Juanito canta sobre varios fragmentos de la Obertura del Barbero de Sevilla “con la voz del personaje, casi hablando, para que no se pierda lo importante: el mensaje y, sobre todo, la música”.

Es también la melodía que marca el desarrollo de la obra la que despierta los sentidos de los padres. “No queríamos ofrecer una obra infantil que aburra a los padres”, confiesa la autora de la adaptación, para quien el gusto por la música y un humor con “guiños” a los adultos permite disfrutar del espectáculo a cualquier tipo de espectador.

“Tratamos a los niños como niños, no como tontos”, sentencia Doriam Sojo, que interpreta a Juan y al gigante en un enérgico desdoblamiento de personalidad. “Hoy en día los más pequeños están acostumbrados a la tele, a la videoconsola, a Internet… tienes que ofrecerles algo activo”, continúa.

Y buscando actividad y frenetismo, Teatro a Cuestas liquida los “apagones” entre escenas o actos. Para Fernando Menor —el duende y el criado en el cuento-, una de las características del espectáculo que más gusta a los niños es que “se les hace partícipes de todo, hasta de los cambios de escenario”. “De repente una tela que hacía de hierba del bosque se convierte en una nube del cielo del gigante”, explica el actor. Esta escenografía flexible, intercambiable y “muy práctica” envuelve a los niños en un “mundo mágico que muta ante sus propios ojos”. “Además —añade Sojo-, al no tener que apagar los focos, evita algún que otro susto”.

David y Goliat, también tras el telón
Música, humor y un protagonismo fuertemente disputado para ilustrar una fábula que bien podría ser descendiente directa de la historia de David y Goliat: el genio y la chispa de alguien pequeño que termina venciendo toda adversidad. Y Teatro a Cuestas, baja el telón, también aspira a ser David.

Doriam Sojo, el más joven de los tres integrantes de la compañía, es también el ’culpable’ de su existencia. “Teatro a Cuestas nace con la vocación de construir una base sólida que nos permite continuar con esto”, cuenta.

Con apenas seis meses de vida —se constituyó como tal en abril-, Teatro a Cuestas estrena su tercer montaje en un momento en el que, según reconocen sus miembros, “hacer teatro es muy difícil”. La crisis afecta, y mucho, al mundo del séptimo arte, y tal y como lamenta Fedra Marcús es casi imposible conseguir funciones y obtener un dinero por ello “sobre todo teniendo en cuenta que las subvenciones se reparten entre las ’cuatro’ grandes compañías”.

La opción de este trío de amantes del teatro, para quienes actuar es “una necesidad”, es la de hacer obras en un “formato actoral pequeño” y “asequibles tanto a las salas como al público”. Además, según aseguran, hacer más de un personaje en la misma obra, como ocurre en la que presentan este sábado, “es muy divertido y un reto a nivel interpretativo”. “Tienes una gran variedad de registros diferentes en una misma función y te propones como un reto actuar de manera que los niños identifiquen a cada personaje”, declara Sojo.

De igual forma, con varios personajes para pocos actores y una reivindicación del entorno del protagonista, Teatro a Cuestas estrenará en diciembre una versión de ’Canción de Navidad’ que explicará “cómo ha llegado el avaro Scruch a ser la persona que es”. El siguiente reto, ’Sidney’, será una producción propia e irá orientada a un público adulto en la próxima temporada.

De momento, durante este fin de semana y el próximo, Fedra Marcús, Doriam Sojo y Fernando Menor se cambiarán de vestuario a toda prisa detrás del escenario e improvisarán si a algún compañero se le “enreda el pantalón” para ofrecer esa otra visión de Juan y las habichuelas mágicas en la que la Mozart también trepa por una planta gigante y los personajes secundarios reclaman el lugar que les corresponde para conseguir que niños y adultos hagan un viaje en la misma dirección. Será en La Escalera de Jacob (C/Lavapés, 11) por un precio de cinco euros.

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